Deliciosa Rosca de Reyes Casera
Cada año, en estos días de fiesta y alegría, preparo varios platillos para mi familia, amigos y todos mis seres queridos. Pierna mechada, ensalada de manzana, pavo relleno, romeritos y un montón de delicias que con mucho esmero, preparo para que cada uno de mis invitados sonría con encanto, sentados en mi mesa.
Pero uno de mis mayores desafíos de todos mis años en la cocina, ha sido la rosca de reyes. En general, la preparación de un buen pan, no es cosa fácil. Con los demás platillos, si te pasas un poco de un ingrediente o el otro, puedes recompensarlo con otro que “borre” al que te pasaste. ¡Para nada es así con el pan!
El pan requiere mucho cuidado, tanto en su manejo, como en las cantidades de los ingredientes que lo forman. Una mala amasada puede resultar en un pan ponchado y más harina, en un pan pesado o francamente duro. Trátalo con amor y seguramente, te lo devolverá. Pero, si lo descuidas, no te tendrá compasión. Tenlo por seguro.
La rosca de reyes, en particular, tiene un balance fino de aromas y sabores que previene de los ingredientes que lleva. Si te pasas con la naranja, por ejemplo, tu rosca puede resultar ligeramente ácida y que sea la única esencia que predomine, dejando atrás el efluvio de la vainilla.
Así que me dediqué varios años en la búsqueda de la receta perfecta. Siendo sincera, hubo años que para no tener que esconder a mi rosca de tanta vergüenza que me daba, empezaba desde un principio con otra receta. Me acuerdo de un año que tuve que prepararla tres veces, hasta quedarme con la que yo sentía suficientemente agradable para presentar.
Hoy, les voy a compartir la receta que hasta la fecha, me ha dado el mejor resultado. Sin embargo, lo repito de nuevo: una receta, no trata solo de ingredientes. ¡Echale ganas! Pesa lo que le agregas y no le pongas este gramito demás para que no se te quede. No tiendas tu cama teniéndola en el horno. Puedes lavar alguna charola, un batidor, pero no te alejes de ella. Tu rosca te necesita. Quédate con ella.
Ahí te va, entonces. Al final, tendrás una rosca para diez personas que estarán chupándose los dedos ¡Enhorabuena!
Ingredientes
Prefermento
70gr de harina
90gr de leche
20gr de azúcar
1cda de vainila
1cda de ron
21gr de levadura fresca o 7gr de instantánea
2 huevos
Masa
el prefermento
330gr de harina de fuerza
80gr de azúcar
2 yemas
5gr de sal
95gr de mantequilla sin sal (si tu mantequilla es con sal, omite los 5gr de sal)
ralladura de una naranja
Cobertura
75gr de azúcar glas
75gr de manteca vegetal o mantequilla
75gr de harina
30ml de huevo batido
Adorno
Ates de colores, cerezas y/o fruta confitada
Procedimiento
Sigue los pasos en orden y al punto, y no tendrás ningún problema. Si te desvías, el resultado será otro.
Paso 1: el prefermento
En un bol, pon la levadura, la leche tibia (28°C) y el azúcar. Bate hasta disolver la levadura. Añada los 2 huevos, mezclando hasta integrarlos bien. Incorpora la harina y vuelve a mezclar para no le queden grumos. Por último, agrega la vainilla y el ron. Mezcla y déjala reposar hasta que la levadura se active. Lo vas a notar cuando la superficie se llena de burbujas y haya doblado su volumen.
Paso 2: la masa
En un recipiente grande, vacía el prefermento, la ralladura de la naranja, las dos yemas y el azúcar. Mezcla hasta que se integren los ingredientes. Cierne la harina y agrégala a la mezcla. Añade la sal e incorpora todos los ingredientes hasta formar una masa. Cúbrela con un paño o membrana de plástico y deja reposar por 20 minutos.
Una vez reposada, amásala por alrededor de 3 minutos. Extiende la masa y añade la mitad de la mantequilla. Amasa por 5 minutos y agrega la otra mitad. En este paso, tu masa estará aguada y tendrás que estarla amasando hasta que deje de pegarse en las manos y en la superficie del trabajo. En cuanto veas pequeñas burbujas de aire, haz la prueba de la ventana que consiste de estirar un pedazo de masa hasta formar una membrana casi transparente.
Forma una bola con la masa y déjala reposar en un recipiente previamente aceitado. Cúbrela con un paño o membrana de plástico. Espera hasta que duplique su tamaño. Esto dependerá en la temperatura ambiente.
Una vez lista, vacíala sobre la superficie del trabajo y amasa suavemente por un minuto. Nuevamente, la boleas y sumes dos dedos justo en la parte de en medio, habriendo la masa como si fuera una dona. Después, con ayuda de las manos, extiéndela, formando la figura de la rosca. Inserta el muñeco por la parte inferior de la masa y cubre nuevamente hasta esconderse. Con cuidado, pásala a una charola con papel para hornear y arregla la masa de nuevo, si ha perdido su forma. Cúbrela con una membrana de plástico y deja que se repose hasta doblarse de tamaño. Barniza con un huevo batido con una cucharadita de leche.
Paso 3: la cobertura
Mezcla todos los ingredientes hasta formar una pasta. Divídela en ocho partes, extiéndela con tus manos al tamaño del ancho de tu rosca y colócala sobre su superficie. Espolvorea un poquito de azúcar normal encima de cada pedazo de cobertura. Coloca las tiras de ate, las cerezas y la fruta confitada a tu gusto.
Paso 4: la horneada
Precalienta tu horno a 170°C y mete la rosca por unos 25 a 30 minutos, siempre revisando su color, ya que cada horno es distinto. Una vez dorada la superficie, retírala del horno y deja enfriar.
Ya se puede disfrutar con un chocolate caliente y espumoso, pero recuerda, todo con medida. ¡Felicidades!