Diego Serratos, Primer Gestor Cultural Mexicano en Alemania
Para Diego, poder concursar en el programa “Die Küchenschlacht”, que se pasa por la televisión alemana por los últimos catorce años, fue un logro de su desarrollo como gestor cultural. A diferencia de los mexicanos, sabe que para los alemanes enseñar emotividad, no es algo muy común. Pero a Diego Serratos no le importa haber llorado en televisión alemana ya que lo importante para él es ser honesto. En una entrevista telefónica que tuvimos la suerte de hacerle, se declaró una persona muy emocional que a los 35 años de edad y teniendo 16 años viviendo en Alemania, ha aprendido a exigir dignidad, no sin antes tener que hacer un recorrido personal para conocer a si mismo. Ser un mexicano en Alemania que no esconde su homosexualidad sino que al contrario, la proclama con orgullo, en ocasiones le ha causado ser malentendido, incluso la falta de respeto. No niega que fue un camino de dolor y depresión pero hoy en día, Diego nos cuenta su historia sonriente y con humildad.
Al arribar solo y muy joven al país germano, la búsqueda de estos valores muchas veces le costaron alteraciones y depresiones. Hace cuatro años tuvo una fuerte caída que lo puso a examinar y defender su autoestima. Como resultado, comprendió que solo con valentía y apropiando de su propio nicho de lo que él considera su fortaleza y trazando su camino con persistencia, podría llegar a su investidura.
Alemania y gastronomía mexicana
Perteneciendo a la primera generación en Alemania de terminar con el título de gestor cultural, Diego no solo es gastrónomo sino un especialista en todo que tenga que ver con asuntos culturales. Trabajó en la embajada de México en Alemania por dos años pero no se pudo acoplar al aire de las instituciones que él ve como si le querían encasillar en ideas y comportamientos que simplemente, no lo expresaban.
Aún así, ganó mucha experiencia como asesor de lo chefs que la embajada invitaba para los varios eventos gastronómicos que se presentaban. Al tener un nivel alto del idioma alemán, la embajadora de aquel entonces Patricia Espinosa Cantellano, quien estuvo en el cargo de 2013 a 2016, confió en él a auxiliarlos en los retos de comunicación que pudieran enfrentar durante sus estancias en Berlín.
Siendo chef su esposo, Diego conocía la infraestructura culinaria de la ciudad y era la persona perfecta para el puesto. Lo que la embajadora no sabía es el gran interés que él tenía en la gastronomía. Su curiosidad y ganas de aprender, lo motivaron a acercarse a los chefs e involucrarse en la cocina cuando fuera posible.
Uno de sus primeros acercamientos fue con Gabriela Ruíz Lugo, una chef tabasqueña que actualmente es dueña de dos restaurantes. “Gourmet MX”, situado en Tabasco y “Carmela y Sal” que es de los mejores restaurantes de la Ciudad de México. Gaby, como la llama, tenía solo 24 años y era imparable cuando cocinaba. Diego, quien la describe como una mujer viva y muy abierta, la acompañaría ayudándole hasta tarde, preparando guisado tras guisado entre plática. Muy pronto, la chef se dio cuenta que lo de Diego era la cocina y le dijo que quizá, debería enfocarse en ella.
Un año después, llegaron a la ciudad los chefs Luís Felipe Barocio y Roberto Solis de Mérida, para hacer un evento maya. Con ellos trajeron a Delfina y Elide Castillo Tzab, quienes con seis mujeres más, todas parientes, han formado una cooperativa llamada “Semillas de Dios”. Ellas, producen achiote, recaudo negro y especias molidas, entre otros productos de alta calidad, en forma artesanal. Diego describe su proyecto como uno de mujeres, por mujeres y para mujeres que lo encantó y se acercó a ellas para aprender. Ellas solían llamarlo “kinich” que significa “cara de sol” y le decían que cuando cocinaba volvía a la vida y que tenía que seguir su pasión.
Alzar la voz
Finalmente y después de diferencias irreconciliables con un chef famoso con muchos restaurantes en la Ciudad de México, optó por separarse de la embajada donde no estaba muy feliz y empezó a trabajar con el gran fabricante alemán de electrodomésticos, Miele. Creó un proyecto que llamó “Viaje de expedición a México”, donde presenta platillos originales de México, adaptando las recetas ligeramente para que queden a los gustos alemanes. En los talleres que da unas ocho veces al año, Diego ha descubierto que le gusta enseñar y explicar cómo se prepara la comida mexicana. Se ha dado cuenta que tiene un don que está aplicando para pararse delante de las cámaras y delante de un público y dar una parte dedicada de si mismo que además, no ve como tan difícil.
Eso se le comprobó cuando se le pidió regresar al programa “Die Küchenschlacht” en el concurso que participó y ¡llegó en segundo lugar! En una votación que se realizó con la participación del público del programa para decidir quién de los concursantes regresaría por un episodio más, Diego fue el elegido. Para él, fue una confirmación de que la cocina mexicana le interesa a los alemanes.
Al parecer no solo él tiene esta opinión ya que al lograr la segunda posición en el concurso de cocina de “Die Küchenschlacht”, Miele ha doblado los talleres “Viaje de expedición a México”, dándole al mexicano la oportunidad de presentar 16 en lugar de 8 al año. Además, Diego tiene dos conceptos más que presentará con el respaldo de la empresa de electrodomésticos. Son dos “workshops” o talleres que a partir del próximo año, estará dando en forma global en países donde Miele tiene espacios del “Miele Experience Center” que de hecho, actualmente hay uno en Polanco, en la Ciudad de México.
El mañana
Después de realizar el debut de un taller de nombre “How to Cook”, empezando con “How to Cook Tacos” y “How to Cook Enchiladas”, la idea se expandirá para incluir otras comidas mexicanas. Estos talleres serán de 90 minutos cada uno, con un costo de 30€ con todos los ingredientes incluidos. Diego les enseñará a sus alumnos alemanes, cómo hacer algunas salsas, escabeche, pico de gallo, etc. pero más que nada, les enseñará cómo distinguir la comida mexicana auténtica de la Tex-Mex. Piensa que la gente a demostrado un gran interés a aprender más detalles acerca de nuestra cocina como cómo rellenar un taco, cómo servirlo y cómo comerlo. Quiere que la gente aprenda las diferencias entre un taco, una enchilada, un burrito o una quesadilla.
El segundo taller es más individual y se trata de enseñar a chefs alemanes profesionales cómo adaptar algunas de sus recetas para hacer cocina auténtica mexicana. También, estará preparando bebidas ya que es “bartender” certificado. Espera poder transmitir la cocina de nuestro país a la gente que pueden realizar cambios en los menús que se presentan por los restaurantes y esa gente se compone de los chefs de Alemania.
Este proyecto tomará lugar en un restaurante importante de Frankfurt que se llama “Pacífico” y que lleva 10 años de historia. Se siente muy agradecido con la oportunidad de poder mostrar su cocina, la de su país y cultura, a gente que cocina en forma profesional y la idea es agregar restaurantes mexicanos de Alemania a los que visitaría para que empiecen a servir auténtica comida mexicana.
Diego cree que muchos de los restaurantes mexicanos en Alemania y probablemente, del resto de Europa y del mundo entero, se han acomodado a cocinar para gente que no conoce la verdadera cocina del país. Esto vuelve hacerse un búmeran en cuanto la población mexicana crece y estos mismos restaurantes se critican por nuestros propios compatriotas por no servir cocina auténtica sino una que la imita. Piensa que este último proyecto puede llegar a ser de gran ayuda a estos negocios, enseñándoles productos y nuevas formas de cocinar recetas tradicionales.
Diego Serratos no se considera un chef. Sin embargo, se ha hallado en lo que hace. Ahora sabe porque no estaba feliz en la embajada. Sabe que no poder expresarse y tener que estar en la sombra, siguiendo el camino que otros le trazan, definitivamente no es lo suyo. A Diego le encanta exteriorizarse. Adora tener su propia voz. No para hablar de él sino de su cultura. Se despierta en la noche para escribir lo que se le ocurre. Una receta, algo que le enseñó su abuela. Diego es un artista. Un mexicano en Alemania que a la vez vive y trasciende su educación de gestor cultural. Diego ¡ya está feliz!
Si tienes alguna pregunta que le quisieras hacer a Diego, escríbela en los comentarios y se la comunicaremos a la brevedad.
Todas las imágenes cortesía de Diego Serratos